Por
EBER HUEZO
Cuando
nos enfrentamos a un aparato tecnológico que cada vez nos facilita
la vida y trabajamos en empresas periodísticas sólidas, nunca
pensamos que esta misma se revertiría contra nosotros, sobre todo,
para los gremios de trabajadores y profesionales de la comunicación
de todo el mundo, que por hoy están siendo relegados por decenas y
en El Salvador no es la excepción.
Leyendo
sobre los despidos de periodistas de El Diario de Hoy y los
pronunciamientos de la Asociación de Periodistas de El Salvador, no
puedo más que lamentarme por dos cosas: Una, por la poca solidaridad
que ha existido en el gremio de comunicadores al no apoyar a una
gremial que ha tenido como objetivo defender los intereses de los
periodistas, y segundo, por dejarse enajenar por el pensamiento de
los medios para los cuales trabajan.
Desafortunadamente
aquellos que se consideraban inamovibles en algunos medios como la
televisión, la radio y la prensa escrita, ahora han recibido un
puntapié como premio a su fidelidad y su buen trabajo; así es la
empresa privada.
Lo
inevitable ha llegado, y con el surgimiento de las redes sociales y
las innovaciones que cada día nos sorprenden las compañías de
Internet como google, facebook, twitter entre otros, han puesto en
crisis a las grandes corporaciones, y por desgracia somos los
periodistas los que estamos siendo relegados a buscar alternativas
para hacer nuestro trabajo.
Lamentablemente
muchos periodistas se han acoplado a los medios tradicionales, y como lo
mencioné antes, no son solidarios en cuanto apoyar y unirse para
defender sus derechos, sin comprender que las empresas periodísticas
para las que laboraban son dirigidas por empresarios calculadores,
que defendiendo sus propios intereses, orientan sus espacios al poder
político y económico.
Hoy
no me sorprenden los despidos de empleados, tampoco me sorprenderá
en el futuro el cierre de periódicos tradicionales de El Salvador,
tomando en cuenta el surgimiento de medios alternativos en la
Internet, el costo económico que representa comprar un ejemplar de
un periódico impreso y la pérdida de credibilidad por mantener una
ideología partidarista, todo lo contrario al buen periodismo.
En
este punto, me llama la atención que la misma política
mercantilista de los periódicos hoy se revierte contra ellos, porque
a decir verdad, la rentabilidad de los medios de comunicación no
reside en la venta de sus espacios informativos, sino de la venta de
espacios publicitarios. Si estos medios impresos quisieran recuperar
a sus lectores y competir con las redes sociales y medios
alternativos, solamente tendrían que regalar sus ejemplares y no
venderlos como ha sido la
costumbre.
Por
otro lado, el periodismo tiene que ser independiente, no ideológico,
tolerante, porque se orienta a todo tipo de lectores con distintas
corrientes del pensamiento. Y en este sentido me atrevo a pensar que
éste ha sido el fallo de estas corporaciones que, lejos de hacer
periodismo, han sido panfletos propagandísticos de un partido
político llámese de izquierda o de derecha.
No
han permitido a los periodistas ejercer su trabajo con ética y
profesionalismo, no han respetado sus derechos ni tampoco los han
dejado probablemente agremiarse, violando sus derechos y obligándolos
a escribir sus notas de acuerdo a sus lineamientos ideológicos para
dañar la reputación de instituciones y personas.
Me
sorprende ver a veces en las redes sociales a periodistas que se
formaron conmigo en la universidad que por hoy son irreconocibles.
Tal es medio de comunicación, tal su pensamiento.
Otros
más pesimistas comentan que “a la APES nadie le hace caso”. Es
probable que así sea, pero la culpa la tenemos nosotros mismos que
no nos hemos dado a respetar, cada quien jala por su lado,
debilitando una gremial que desde hace mucho debió ser fuerte; pero
aún es tiempo, afíliate antes que sea demasiado tarde.
Antes que nada lo felicito por marcar la diferencia y ser independiente; el periodismo del futuro será autónomo, ya verá. Por otro lado me alegra que cada vez hay mas colegas se deciden por tener su blog o su propio sitio donde expresarse. Estoy de acuerdo con cada uno de los puntos que trata.
ResponderEliminarGracias Max por tu comentario.
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