Por EBER HUEZO
Las nuevas acciones
ejecutivas del presidente Donald Trump están provocando protestas
por doquier dentro de Los Estados Unidos y el mundo, pero estas
mismas están reacomodando una serie de acciones encaminadas a la
solidaridad y la autosuficiencia dentro del continente americano,
europeo y asiático dependientes de las políticas económicas de los
Estados Unidos.
Solo basta
observar las distintas manifestaciones populares internas comenzando
con la marcha de las mujeres el pasado 21 de enero y las que le han
seguido en aeropuerto y el mismo Capitolio en Washington, para darnos
cuenta del descontento popular y las expectativas en los
subsiguientes años que quedan de la administración Trump con más
medidas anti inmigrantes y de las relaciones internacionales que sin
duda afectaran las buenas relaciones de los Estados Unidos con
México, Latinoamérica y el mundo.
Sin lugar a dudas
el presidente Trump es un hombre singular, aparentemente un hombre
inquebrantable, impulsivo y decidido, atributos que lo han hecho un
hombre exitoso en los negocios, pero que le está causando desde ya
un desgaste político por el descontento popular a causa de sus
medidas migratorias el cual en mi opinión están siendo un tanto
injustas al permitir que “paguen justos por pecadores” pero sigo
pensando que algo bueno puede dejarnos y ese algo puede ser
beneficioso para todos los estadounidenses y nuestros países de
origen.
Que algunas
ciudades y estados como California estén pensando incluso a
modificar sus leyes para proteger a los inmigrantes indocumentados,
es un hecho sin precedentes en la historia del país. También es un
hecho importante que una juez de Nueva York haya detenido la
deportación de unos 300 inmigrantes por considerarlo improcedente y
que Sally Yates, ex fiscal general fuera despedida
después de que ella
cuestionara la legalidad de la prohibición de inmigración impuesta
la semana pasada por la nueva administración.
Estos hechos
recuerdan al presidente Trump que el país no es como sus empresas
donde se hace lo que él dice, en el país hay una Constitución que
respetar y que hay reglas y procedimientos que se deben seguir y que
como tal, no deben sobrepasarse. Además,Estados Unidos es un país
democrático constituido por inmigrantes y que ha pesar de ser la
primer potencia mundial, necesita de sus aliados latinoamericanos
para su seguridad.
Por supuesto esto
no lo logra entenderlo el mandatario estadounidense en su objetivo y
promesa de campaña de hacer de Estados Unidos un país grande.
Pero en un documento
reciente varios analistas aseguraron que los efectos de Trump a la
economía Latinoamericana traerían consecuencias fatales y que las
más afectadas son la mexicana y salvadoreña aunque a decir verdad,
afectará a toda la región.
México renegocia el
Tratado de Libre comercio probablemente quedará en desventaja y la
inversión extranjera americana se reducirá significativamente. Es
por eso que este país está acelerando las negociaciones con la
Unión Europea con quienes hablan sobre la modernización del acuerdo
comercial vigente entre ambos países.
A decir verdad,
México y la Unión Europea ven los efectos a corto plazo. "Juntos
hemos visto con preocupación el actual ascenso del proteccionismo
alrededor del mundo", indicaron en una declaración conjunta el
secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, y la comisaria
europea de Comercio, Cecilia Malmström.
Entre 2005 y
2015, el intercambio de mercancías en este espacio de libre comercio
de unos 625 millones de habitantes pasó de 26.000 millones de euros
a 53.000 millones de euros, según datos de la Comisión Europea. La
inversión extranjera en México, sólo el 38% es de origen
estadounidense y el 62% es de origen europeo y asiático, eso ya es
una demostración de la importancia que México representa a otros
mercados en el mundo como destino de comercio e inversión.
El Salvador según
lo analizan empresarios salvadoreños, las divergencias
estadounidense y mexicana puede atraer a los exportadores que sean
afectados por una posible renegociación del Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN), prometida por el presidente
Trump.
“Muchas empresas
que están en México o que estaban pensando irse a México, si
nosotros generamos las condiciones adecuadas, pudieran venir a El
Salvador y esas exportaciones podríamos hacerlas nosotros”,
aprovechando el tratado comercial vigente de Centroamérica con
EE.UU, aseguró a la prensa el presidente de la Asociación Nacional
de la Empresa Privada (ANEP), Luis Cardenal.
La Unión Europea
también está reaccionando a la política internacional del
presidente Trump que lo ven como una amenaza para la seguridad de
Europa y que parece poner en duda los últimos 70 años de política
exterior americana.
En ese sentido los
europeos también están buscando la unidad y la solidaridad que les
permita ser más auto suficientes de la ayuda estadounidense.
No hay duda, la
unidad, la solidaridad y nuestro potencial en tiempos difíciles es
lo que podemos sacar de medidas tan drásticas como las que esta
aplicando el presidente Trump.
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